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La Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (1935-1937)

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Para APIAVIRTUAL Y MACHETEARTE

Gerardo Peláez Ramos

EN EL DESARROLLO del sindicalismo magisterial en México, un papel de primera importancia lo jugó la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (CNTE), la cual fue resultado de la fusión del Frente Único Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (FUNTE), la Federación Nacional de Maestros (FNM) y la Confederación Nacional de Organizaciones Magisteriales (CNOM). La CNTE creó condiciones más favorables para la lucha de los maestros por imponer sus demandas centrales: igualdad de derechos que los trabajadores sujetos a la Ley Federal del Trabajo y estabilidad en el empleo.

Puede afirmarse que el sindicalismo magisterial de masas surgió en abril de 1935, con la constitución del FUNTE al finalizar la IV Convención Nacional de la Confederación Mexicana de Maestros (CMM). A partir de entonces, los trabajadores de la educación se incorporaron masivamente, en el plano nacional, a la lucha por sus principales reivindicaciones en forma paralela al despliegue que tuvo el movimiento obrero en los primeros años del gobierno del general Lázaro Cárdenas.

Las acciones unitarias alrededor de las huelgas y paros, a lo largo de 1935, facilitaron el proceso organizativo centralizador. Así, en torno a la huelga de maestros del Estado de México a mediados de dicho año, la confluencia de las organizaciones magisteriales fue una realidad, con lo que se vencía poco a poco la resistencia de los grupos más atrasados y gremialistas.

El magisterio nacional se incorporó de lleno a la lucha contra la intentona golpista de Plutarco Elías Calles y por la defensa del derecho de huelga. De esta suerte, por conducto del FUNTE, con Hernán Escalante al frente, el magisterio intervino en la formación y el desarrollo del Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP), entre junio de 1935 y febrero de 1936.

El congreso constitutivo de la CNTE

EN LA CAPITAL federal, del 8 al 15 de diciembre de 1935 se celebró el Primer Congreso Nacional de Unificación Magisterial, al que asistieron 405 delegados del FUNTE, la FNM y la CNOM, y delegaciones de la CMM, como la Federación de Maestros Revolucionarios Hidalguenses y representaciones no numerosas de Zacatecas, Sonora y Nayarit.

La inauguración en el teatro Hidalgo corrió a cargo de Manuel González, a nombre de Gonzalo Vázquez Vela, secretario de Educación Pública. El día 9 fue elegida la mesa directiva de la reunión, quedando integrada por Miguel Arroyo de la Parra, Felipe Alvahuante, Constantino Álvarez, Arnulfo Montoya, Juan Negrete López, Macedonio Garza y Ciro Bañuelos.

El día 11 se presentó el general Francisco J. Múgica, líder del ala jacobina socializante del gobierno nacional-revolucionario, quien pronunció un combativo discurso.
En la asamblea se aprobó:

1. Las organizaciones de trabajadores de la enseñanza, asistentes al Primer Congreso Nacional del Magisterio, resuelven unificarse estableciendo una central nacional de los propios trabajadores; 2. Toman el acuerdo de llamar a su seno a todas las organizaciones de trabajadores de la enseñanza no representadas en el congreso; 3. Resuelven establecer pactos de frente único con las organizaciones de igual naturaleza que no acepten formar parte integrante de la central que se constituye. (1)

La reunión recibió la visita del líder de la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM), Vicente Lombardo Toledano, y del historiador Rafael Ramos Pedrueza. Lombardo planteó: “Los maestros mexicanos deben cumplir esta misión, su misión revolucionaria, una misión de solidaridad y de lucha por la clase asalariada de la cual forman parte ellos mismos. Creo que todo esfuerzo tendiente a realizar esta labor de orientación en la conciencia de las masas trabajadoras, tendrá que dar los mejores frutos”. (2)
En el momento de su fundación, la CNTE contaba -según aserto de sus líderes- con 20 mil afiliados, distribuidos por todo el país. La nueva central se adhirió a la Internacional de Trabajadores de la Enseñanza (ITE), con sede en la capital francesa.

Fueron elegidos miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la CNTE los conocidos sindicalistas Rafael Herrera Ángeles, como secretario general, y en otras posiciones a Juan Carlos Hidalgo, Pedro G. Rodríguez, Ponciano Olguín y Macedonio Garza. La hegemonía comunista era muy clara.

Con la fundación de la CNTE, las luchas magisteriales contaron con un punto de apoyo decisivo para enfrentar a la patronal, romper el gremialismo, coadyuvar a la solidaridad del magisterio con los sindicatos y el pueblo, y avanzar hacia nuevas y mayores conquistas.
Las luchas se incrementaron en el Estado de México, Morelos, Querétaro y otras entidades, en demanda sobre todo de seguridad en el empleo, pago de sueldos atrasados y aumentos salariales. Ante este ascenso, el presidente del Ala Izquierda de la Cámara de Diputados, Luis Mora Tovar, propuso la siguiente iniciativa: “…el acercamiento del ‘Ala Izquierda’ del Bloque de la Cámara, con el magisterio en general, viendo por los intereses de los maestros en lo particular”. (3)

La CNTE crecía conforme pasaba el tiempo. En enero de 1936 se constituyó una nueva organización que estatuía: “Artículo 1º. Se constituye una asociación de profesores de artes plásticas que se denominará ‘Unión de Profesores de Artes Plásticas del Distrito Federal’, miembro del Sindicato de Profesores de Materias Artísticas, dependiente de la CNTE”. (4)

Las huelgas, mítines, manifestaciones y otras formas de expresión colectivas de los trabajadores se incrementaron. El 9 de enero de 1936, los maestros del Estado de México, los padres de familia y la CNTE llevaron a efecto una manifestación de más de 2,500 personas en la capital de la República.
Además, la CNTE se afilió al CNDP en enero de 1936, por lo cual estuvo entre las organizaciones sindicales que dieron origen a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
En ese mes, la Unión Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Superior Campesina y la Alianza de Maestros Misioneros se fundieron y dieron origen al Sindicato Único de Trabajadores de la Enseñanza Superior Campesina, que se afilió a la CNTE y la ITE.
Con la fortuna de contar con una dirigencia joven, con ideas de avanzada y con la propensión de favorecer la capacidad de combate de los educadores, la CNTE superó rápidamente a la CMM y se perfiló como el centro natural de aglutinamiento del profesorado del país, de solidaridad militante y de conducción político-sindical.

El primer paro-marcha nacional del magisterio

EN TABASCO, MORELOS y otros estados la agitación magisterial crecía. Con el objeto de demandar solución a los conflictos locales, la CNTE preparó y ejecutó un gran paro-marcha el 31 de enero. En la capital federal se efectuó una gran manifestación, mientras en otras partes del país se paralizaban los servicios educativos; en Puebla se lanzó al paro el Sindicato de Maestros Socialistas, que no pertenecía a la CNTE. El paro fue un éxito.
Frente al extraordinario éxito del paro-marcha, Luis I. Rodríguez señaló:

…juzgo necesario decir, con absoluta sinceridad, que para poder justificar una petición, no es preciso que los maestros federales, al solidarizarse por motivo de orden gremial con los de los estados en sus luchas, en sus angustias, y en sus aspiraciones -que somos los primeros en respetar-, lo hagan precisamente recurriendo al extremo de suspender las labores de los establecimientos…
Que se explique, en buena hora, el movimiento de huelga de los maestros de los estados cuando hay funcionarios que, traicionando el espíritu de la revolución, los hostilizan y persiguen, los olvidan y permanecen indiferentes ante sus angustias y problemas; cuando no se les ampare y proteja contra las agresiones salvajes de elementos fanáticos o cuando no se comprenda la inmensa y generosa tarea a su cuidado; muy explicable la ola de protesta de esos maestros para reclamar un derecho que les corresponde; pero que estos movimientos no interrumpan las labores de los maestros de la Federación… (5)

La CNTE respondió que mantendría la misma línea de conducta, de acuerdo con la táctica de todo organismo sindical.
Los avances de la CNTE no agradaban a la CMM, la cual se conservadurizaba, iba a la retaguardia y desempeñaba en algunas ocasiones el triste papel de esquirol. Por ejemplo, la Federación Socialista de Maestros del Distrito Federal (FSMDF) afirmaba en un volante:

…la orden de paro que el Prof. Lucio dictó al través de la CNTE, no tuvo la menor obediencia en los estados. Fue en el Distrito Federal donde causó sus mayores efectos: los empleados de la Sría. de Educación Pública suspendieron sus labores por una hora, y la mayoría de los inspectores, -fieles pasa-órdenes-, cumplieron esta vez su misión lo mejor que pudieron, comunicando a las escuelas que suspendieran su trabajo para concurrir a la manifestación; algunos, extremando su comedimiento, citaron al personal de su zona al patio de la Sría. de Educación Pública, -lugar de reunión con el objeto de cerciorarse por sus propios ojos de su presencia. El inspector Monzón, conocido como sincero comunista, pero desconocido como persona culta y capaz, prohibió la entrada a los maestros del Centro Escolar Revolución que siendo miembros de la Federación Socialista de Maestros del DF, adherida a la CMM, se aprestaban a desempeñar sus labores. Podemos decir que con excepción de los componentes de esta última agrupación magisterial del DF, y de algunos maestros conscientes de su papel se opusieron al paro, a pesar de la presión oficial, todos los demás cerraron las aulas dejando sin atención a cerca de 200,000 alumnos. (6)
Este período de luchas magisteriales era tan rico que terminaba un conflicto y se iniciaba otro, aunque cabe resaltar que muchas veces se conjugaban varias movilizaciones al mismo tiempo y con objetivos, en el fondo, del mismo carácter y contenido.
Los maestros no sólo se planteaban luchar por mayores salarios y más prestaciones sociales, derecho de sindicación y mejoramiento de las condiciones en que prestaban sus servicios, sino que incluían objetivos extragremiales, generales, como el enfrentamiento con los latifundistas, curas reaccionarios y elementos de derecha que, por medio de las guardias blancas y los cristeros, acribillaban, cortaban orejas, agredían y mutilaban a los servidores de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quemaban escuelas y violaban maestras. En la implantación de la educación socialista cayeron multitud de trabajadores de la enseñanza.
Ese enfrentamiento de los maestros con las fuerzas de la reacción estimulaba la politización, la radicalización y la concientización del profesorado. De ahí que los trabajadores de la educación desempeñaran un rol tan destacado en la organización y extensión de los comités agrarios, en las tomas de tierra, en la creación y fortalecimiento de las defensas agraristas y en el trámite legal por el reparto agrario. La participación de los maestros, durante la administración cardenista, en las acciones campesinas y sindicales se dio como en ninguna otra etapa de la historia nacional.
La lucha con los reaccionarios se daba principalmente en las zonas de mayor influencia clerical, pero no sólo allí. Los enfrentamientos produjeron muchos muertos, heridos y mutilados. En ciertas regiones prevaleció un clima de amplia y cruda violencia.
Los opositores a las reformas estructurales y a la educación socialista enfrentaban a los maestros sin miramientos. De esta manera, la Avanzada Cívica Yucateca agredió el 24 de marzo al profesor Gaudencio Peraza Esquiliano, a la vez que la patronal concretaba un lock out. Al día siguiente, los estudiantes y maestros llevaron a cabo una enorme manifestación, donde se escenificaron algunos choques violentos.
El movimiento huelguístico siguió su curso en Chiapas, Veracruz y Zacatecas. Hubo balaceras en Huistlán, Tapachula, Arriaga, Las Casas, Yajalón y Ocosingo, de la entidad chiapaneca. Las gavillas de bandoleros al servicio de ganaderos y caciques veracruzanos asesinaron maestros y quemaron escuelas. El 28 de abril fue asesinado el profesor Carlos Toledano, en Eixtepeques, Veracruz.

La huelga de Zacatecas

EN MAYO, LOS maestros zacatecanos iniciaron una huelga en demanda de garantías, en especial sobre su derecho a organizarse en el seno de la CNTE. El movimiento -que dio inicio con las dos terceras partes del magisterio local- contaba con el apoyo de las organizaciones obreras y campesinas. Luego se incorporarían otros contingentes.
La policía intervino en la mayoría de las escuelas ocupadas por los paristas. Varios huelguistas fueron encarcelados. El gobierno impulsó la división interna, mas no logró el éxito.
En virtud de la violencia del gobierno estatal, la SEP se vio orillada a enviar un mensaje al general Matías Ramos, gobernador de la entidad. (7)
La huelga magisterial de Zacatecas devino en un conflicto de proyección nacional. Los trabajadores se dirigieron al Senado exponiendo las arbitrariedades del gobierno del estado, y llamando a la solidaridad. El 15 de mayo, cientos de maestros huelguistas tuvieron que refugiarse en Nuevo León ante la persecución del gobierno de Matías Ramos.
A final de cuentas, en el estado de Zacatecas hubo de reconocerse la organización de la CNTE y ser resueltas algunas demandas muy sentidas por el magisterio.

Triunfa la izquierda en la CMM

EN RESPUESTA A la creciente agitación de los trabajadores de la enseñanza, la Confederación Mexicana de Maestros celebró en Puebla su V Gran Convención Nacional, del 1º al 6 de mayo de 1936. Allí, en sintonía con las demandas del profesorado, la CMM se pronunció porque éste tuviera los mismos derechos que la clase obrera y a favor de la Ley Federal del Trabajo y en contra del proyecto de Ley de Servicio Civil.
Los comunistas criticaban a los sindicalistas que buscaban, en la convención de Puebla, aislar a los trabajadores de la enseñanza de otros núcleos de la clase obrera y otros asalariados, y difundían la errada teoría de que el magisterio no debería pertenecer a la Confederación de Trabajadores de México, y aconsejaban, en cambio, que abandonaran dicha organización y permanecieran al margen del proceso unitario que desarrollaban los trabajadores de nuestro país. (8)
En la reunión de la CMM, a la que asistieron 400 delegados, los adictos a Molina Betancourt y Padilla Montoya fueron derrotados, imponiéndose el ala izquierda, que impulsaba la unidad. Quedó desbrozada en lo fundamental, ahora sí, la unidad orgánica entre la CMM y la CNTE.
En Oaxaca se reinició una huelga en mayo ante el incumplimiento del gobierno estatal para hacer efectivo el convenio firmado con los maestros del Istmo. La represión hizo su aparición. Frente a ésta, el 14 de mayo el pueblo de Tehuantepec sacó a los esquiroles y dio posesión de las escuelas a los mentores en huelga. El 22 del mismo mes, la población en masa sacó a los rompehuelgas y entregó los planteles a los paristas de Ixtepec. Finalmente, el gobierno oaxaqueño se comprometió a pagar puntualmente los salarios.
En otras entidades se desarrollaron otros movimientos huelguísticos y acciones masivas de los educadores.
De cara al asesinato de maestros en la lucha por imponer la educación socialista, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) impuso una póliza para los deudos de los profesores caídos de mil pesos y una pensión mensual de 25 pesos durante dos años.
Intentando coartar e impedir los derechos de contratación colectiva, de organización, de huelga y de estabilidad en el empleo para los trabajadores al servicio del Estado, el PNR presentó un proyecto de Ley de Servicio Civil que, de inmediato, concitó el repudio de los sindicatos federales, los grupos y partidos antimperialistas y de izquierda y otras fuerzas interesadas en la conservación, el fortalecimiento y el desarrollo del sindicalismo.
La protesta generada por el citado proyecto iba en ascenso. Se celebraron juntas de empleados de la SEP y de otras dependencias del Ejecutivo. El 28 de junio, se llevó a efecto un mitin muy concurrido de trabajadores de la Federación en la arena Nacional, en el que se denunciaron los salarios de hambre y el hecho de que la Dirección de Pensiones Civiles de Retiro fuera una institución de agio y extorsión. Intervinieron como oradores Ignacio Márquez, Octavio Medellín Ostos y Vicente Lombardo Toledano, entre otros.
Los trabajadores de la educación jugaron un papel decisivo en la pelea por echar abajo el proyecto de Ley de Servicio Civil y por la implantación de los derechos laborales plenos para los empleados públicos. La propaganda a favor de la inclusión de los maestros en la Ley Federal del Trabajo fue intensa y extensa, sobre todo en la defensa del derecho de huelga. Así, la Federación de Trabajadores de la Enseñanza del Estado de Veracruz sostenía: “El derecho de huelga que han adquirido los sindicatos de maestros de esta entidad y que poco a poco van conquistando los camaradas de otros estados y aun los federales, es un derecho que por ningún motivo debe tratar de cortar el gobierno de la revolución…” (9)
Gracias a los cambios habidos en la Convención de Puebla de la CMM, el empuje del movimiento de masas y la perseverancia en la actitud unitaria de la CNTE, la unidad entre ambas organizaciones se desenvolvió con rapidez.
A principios de julio la CNTE celebró un consejo nacional, en el cual rindieron informes Rafael Herrera Ángeles, Ignacio Márquez y Juan Carlos Hidalgo. En la asamblea se demandó el pago puntual y aumento de sueldos, derecho de organización y participación magisterial en las luchas obreras. Poco después, los líderes magisteriales tuvieron una plática con Gonzalo Vázquez Vela, a quien le expusieron las demandas principales de los maestros.
El progreso organizativo y político de la CNTE, atrajo la respuesta de la derecha en el seno de la SEP. Los elementos reaccionarios y antiunitarios actuaban a través de la Unión Nacional de Encauzadores Técnicos de la Enseñanza (UNETE), integrada por inspectores y directores de educación, la cual fue criticada y desenmascarada por la CTM.

Rumbo a la unidad sindical

LA UNIDAD AVANZABA día a día. Los empleados de la SEP constituyeron el Frente Único de Agrupaciones de Educación. Por su parte, la Secretaría de Educación Pública intervino para poner punto final a las pugnas intergremiales. Gonzalo Vázquez Vela presentó la siguiente propuesta:

1º Que el Comité Ejecutivo de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza y el Consejo Nacional de la Confederación Mexicana de Maestros, reanuden desde luego las pláticas que, bajo tan buenos auspicios, iniciaron no ha mucho, para llegar a un entendimiento que dé fin a las pugnas intergremiales de profesores.
2º Que en esas pláticas se estudien y aprueben las bases y se fije la fecha para la celebración de un Congreso Nacional de Unificación Magisterial, que dé término a la división entre agrupaciones de profesores.
3º Que como consecuencia de tales pláticas, los representantes de la Confederación Mexicana de Maestros y los de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza firmen, ante el C. presidente de la República, formal convenio que garantice el exacto cumplimiento de las finalidades aprobadas por ambas organizaciones. (10)

Tanto la CMM como la CNTE respondieron positivamente al anterior llamado.
La lucha por la unidad sindical del magisterio era un proceso combinado. Por un lado, las direcciones tendían a construir una organización única, aunque existían diferendos en cuanto a la integración de los órganos de dirección sindical, y, por otro, desde abajo los sectores más lúcidos de la base presionaban para romper el sectarismo y la desunión. Diversas organizaciones llamaron a la CMM y la CNTE a dirimir sus diferencias y a convocar al congreso nacional unificador.
El 17 de septiembre, Lázaro Cárdenas se entrevistó con los dirigentes de las dos principales organizaciones magisteriales y se integró el Comité Organizador del Congreso Magisterial. Al otro día, para allanar el camino a la unidad del magisterio, renunciaron a sus puestos en la SEP Gabriel Lucio, Rafael Molina Betancourt y Celso Flores Zamora. Cabe destacar que Gabriel Lucio, uno de los funcionarios izquierdistas del régimen cardenista, favorecía a la CNTE, mientras que Rafael Molina Betancourt, más moderado, apoyaba a la CMM.
La Primera Asamblea Pro-Unificación Magisterial se realizó el 25 de septiembre en el Palacio de Bellas Artes, a la cual asistieron más de 5 mil maestros de agrupaciones de la CNTE y la CMM.
El 26 de octubre se instaló el Comité Organizador del Congreso Nacional de Unificación Magisterial, con la presencia de algunos importantes funcionarios del gobierno federal.
Grupos no representativos de la CNTE y la CMM y la llamada Liga Nacional de Maestros se opusieron a la unificación, pero eran absolutamente minoritarios.
La unidad entre la CNTE y la CMM se asentaba en bases reales de confluencia en la acción. De este modo, el 13 de noviembre efectuaron un paro nacional de solidaridad con el magisterio huelguista de Tamaulipas y con los maestros de Tabasco, objeto de represalias injustificadas.
La convocatoria al Congreso Nacional de Unificación Magisterial se lanzó el 3 de diciembre, para realizarse del 7 al 14 de febrero de 1937 en la Ciudad de Querétaro, donde se discutirían las siguientes ponencias:

1. Estatutos de la central única.
2. Seguro Social y Seguro de Vida del Maestro.
3. Iniciativa de reformas a la Ley de Pensiones.
4. Iniciativa de Leyes de Ina[movilidad y de Escalafón]. Reglamento de esta última previendo el caso de los maestros no titulados.
5. Plan de federalización de la enseñanza.
6. Iniciativa de reformas a la Ley Federal del Trabajo, para incluir en ésta la parte relativa a los maestros.
7. Relaciones de los maestros con las organizaciones obreras y campesinas.
8. Relaciones internacionales de la central única de maestros.
9. Casas de salud. (11)

La integración del Comité Organizador del Congreso Nacional de Unificación Magisterial no reflejaba de manera directa a las direcciones de las centrales en proceso de fusión, por la intervención del poder público. Los elementos vinculados a la UNETE y el grupo de Lombardo y los lobitos deseaban fortalecer a las pequeñas organizaciones a costa de la CNTE y la CMM. Por ello, fueron separados del comité Celerino Cano, Fernando Madrigal Castro, Luis G. Ramírez y Agustín Peña Hernández.
Con David Vilchis como cabeza visible, los lombardo-fidelianos hicieron una alianza con los “depurados”.
En la segunda quincena del mes de diciembre, se integró el nuevo Comité Organizador del Congreso Nacional de Unificación Magisterial, formándolo Miguel Castellanos, Hermenegildo Peña, Antonio Corzo y Alfonso Mejía, de la CNTE, y Edelmira Charles, José Baños, Miguel C. Ontiveros y Víctor Ramírez, de la CMM. La integración de este comité era más representativa que la anterior, pero no facilitó la confluencia con los lombardistas y los lobitos.
Los trabajos para impulsar la concreción del congreso continuaron su curso, efectuándose congresos en Tamaulipas, Zacatecas, Querétaro, México, Tlaxcala y otras entidades.
A principios de enero de 1937 estalló un movimiento de huelga en el estado de Querétaro, dirigido de manera sectaria por el sindicato estatal, pues habiéndose resuelto 10 de los 13 puntos a debate y dejándose pendiente la federalización de la enseñanza y ofreciéndose pagar paulatinamente los salarios atrasados, los trabajadores se mantenían en huelga y llegaron a nombrar como Director de Educación Federal a Manuel Cortina Vizcaíno, pasando por encima de las normas de la SEP.
En referencia a los sucesos anteriores, el secretario general del Partido Comunista de México decía:

…Yo me pronuncio categóricamente contra actos como el de los camaradas maestros de Querétaro, que en una asamblea, sin más ni más, considerando vacante la dirección de Educación del Estado, eligen un nuevo director y lo colocan en su puesto.
Camaradas: arrebatarle a la Secretaría de Educación Pública sus facultades de elegir funcionarios, no es una tarea fácil; es una tarea sumamente difícil; se trata simplemente de echar abajo disposiciones legales y constitucionales y, ¿ustedes creen que esto se puede hacer en la situación actual? ¿Teniendo las condiciones que tenemos ahora entre las organizaciones magisteriales y la CTM?… (12)

Las pugnas entre el Comité Organizador del Congreso Nacional de Unificación Magisterial (llamado después de la crisis Comité Nacional de Unificación Magisterial) y las agrupaciones de maestros controladas por el grupo de Lombardo y los lobitos y otros grupos minoritarios, continuaron en pie y se agudizaron, al grado de que el Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), por decisión de los seguidores de Vicente Lombardo Toledano y de Fidel Velázquez, no reconocería al Congreso de Querétaro y la agrupación de allí surgida, la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza (FMTE). (13)
Con la fundación de la FMTE, la CNTE tocó a su fin, dejando atrás una rica experiencia de lucha organizada a nivel nacional que permitió la realización de paros en gran parte de la República, estatales y regionales, la constitución de nuevos sindicatos y uniones para alcanzar la federalización de la enseñanza en varias entidades, el pago regular de sueldos y otros objetivos. En resumidas cuentas, la CNTE representó un escalón más en el proceso organizativo de los maestros y empleados de la SEP.
(Ponencia presentada en el VII Encuentro Nacional de Historia del Movimiento Obrero en México, celebrado en Culiacán, Sinaloa, en mayo de 1988)

Notas

(1) El Nacional, 12-XII-35, p. 8, 1ª Secc.
(2) Excélsior, 13-XII-35, p. 1.
(3) La Prensa, 4-I-36, p. 6.
(4) Estatutos de la Unión de Profesores de Artes Plásticas del Distrito Federal miembro del Sindicato de Profesores de Materias Artísticas, dependiente de la CNTE y de la CTM, s. p. i., ¿1936?, p. 3
(5) Veinte discursos de Luis I. Rodríguez, México, TGN, 1936, pp. 175-176.
(6) Firmaban por la FSMDF, Rafael Méndez Aguirre (secretario general), Arturo Pacho Marín, Luis E. Manrique y otros. (Volante, 5-II-36).
(7) La Prensa, 8-V-36, p. 7.
(8) El Machete, núm. 406, 9-V-36, p. 4.
(9) Firmaba Cándido Jaramillo. (El Machete, núm. 419, 27-VI-36, p. 7).
(10) La Prensa, 15-VIII-36, p. 4.
(11) El Nacional, 4-XII-36, p. 6, 1ª Secc.
(12) 6º Congreso Nacional del Partido Comunista. Enero de 1937, versiones taquigráficas de Martínez Dorantes, mimeo, s. f., pp. 380-381.
(13) En el pleno de junio de 1937, en relación con el magisterio y la crisis del IV Consejo Nacional de la CTM, Hernán Laborde sostuvo: “Viene después el conflicto de la organización magisterial. Teníamos la dirección de las dos organizaciones de maestros; y ante la demanda del Comité Nacional de la CTM de que se aplazara el congreso de unificación, podíamos haber convencido a las dos centrales y haber esperado hasta ponernos de acuerdo con el Comité Nacional sobre la fecha y las condiciones del congreso. Pero nos empeñamos en realizar el congreso en la fecha previamente fijada, y el resultado fue la hostilidad del Comité Nacional de la CTM hacia el congreso de Querétaro, y posteriormente la lucha del grupo de Vilchis contra la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza. Y fue éste uno de los problemas del IV Consejo Nacional de la CTM”. (Hernán Laborde, La política de unidad a toda costa, prólogo de Gerardo Peláez, México, ACERE, 1980, pp. 47-48).

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