LA MEMORIA TRAICIONADA
Alberto Híjar Serrano
El gran defecto de la inconstancia reduce las movilizaciones a eventos contestatarios sin más. Parece ser cosa del pasado la guerra popular prolongada que nos enseñó el pueblo vietnamita al derrotar primero al gobierno francés y después al norteamericano singularmente criminal como siempre.
Una nueva ontología, dicen Negri y Hardt, caracteriza al Imperio dispersor de naciones y organizaciones populares ancladas en formaciones inexistentes ante la globalización construida desde muy arriba de la soberanías estatales y ya sin el proletariado cuando mucho agónico como potencialidad de las resistencias contra el fin decretado por los consorcios enemigos de los derechos históricos de los trabajadores. Pero, sostienen Negri y Hardt, en este Imperio está latente la resistencia mundial, internacionalista, con movimientos en lucha constante lo mismo y por lo mismo en Grecia, Chile, España, Estados Unidos. Acá en México todo se olvida. La consigna de “nuevo constituyente, nueva constitución” enarbolada por el zapatismo, no pasó a la historia porque nadie la reivindica aunque pudo ser el sentido económico-político de construcción de representaciones legítimas al discutir una legalidad distinta del carrancismo sustentado por las izquierdas espurias.
No todos son inconstantes o se reducen a la movilización del día. Arte Música y Video y Klamvé, por ejemplo, no solo filmó el criminal ataque contra los floristas de San Salvador Atenco y los pueblos aledaños el 3 y 4 de mayo de 2006 sino dio a conocer el momento del acuerdo entre el tembloroso alcalde perredista de Texcoco al recibir el agradecimiento de Nacho del Valle como prueba del respeto a la palabra aunque no hubiera firmas de por medio para autorizar a los vendedores en el Día de la Santa Cruz. Un aprendiz de camarógrafo, estudiante de Texcoco, sufrió la represión y fue a dar a la cárcel de donde fue sacado con otros previo pago de fianzas absolutamente ilegales. Atenco, un crimen de Estado es una contribución fundamental para la denuncia de la represión y para la consolidación del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra contra el proyecto de aeropuerto internacional impulsado por el gobernador Arturo Montiel y su delfín Enrique Peña Nieto. Montiel acabaría procesado e impune por el cuantioso saqueo de los bienes del Estado de México pero su delfín pretende ser presidente de México. El comandante de la Operación Rescate, Genaro García Luna, es ahora Secretario de Seguridad Pública y los operadores gozan de premios de Estado al ocupar puestos de alto nivel represivo.
La Operación Rescate inauguró la modalidad de torturar sobre la marcha rumbo a la cárcel. Hombres y mujeres fueron violadas y sometidas a ultrajes sexistas espantosos en los transportes repletos de víctimas. Un plantón frente al Penal de Santiaguito se instaló para exigir la libertad de las compañeras y los compañeros mientras crecía la solidaridad nacional e internacionalista apoyada en las películas de Klamvé y de Salvador Díaz, el rápido y tenaz documentalista avecindado en Texcoco cuya esposa camarógrafa sería sometida a persecución. Klamvé asumió la necesidad de la lucha larga y cada año produjo un video nuevo para dar cuenta de los procesos, las persecuciones, las trampas legaloides, las solidaridades, la impunidad de los violadores y asesinos liberados con multas y fianzas pagadas por el gobierno de Peña Nieto. Atenco a dos años, Atenco 3: detrás de la sentencia y Atenco 4: la libertad ganada, son testimonio ejemplar del tomar en serio la consigna impresa en la portada del video 4: “la lucha sigue y sigue…” y sigue y sigue como gustaba de gritar hasta perder el resuello Efrén Capiz de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata que tanto extrañamos en Michoacán y en todas partes.
La memoria está en juego. Para los ocasionistas (Rini Templeton Dixit) mejor es olvidar las derrotas y las miserias. Muere Tomás Borge Martínez y callan los aplaudidores del sandinismo y su secuela de asociación con el gobierno de Salinas de Gortari para liquidar la lucha armada en Centro América culminada en los Acuerdos de Chapultepec donde Joaquín Villalobos, el ex comandante salvadoreño y ahora asesor de gobiernos tan represores como el de México, entregó su fusil de combate a Salinas. Tomás Borge fue la presencia emblemática del sandinismo. Manejaba su carisma lo mismo luciendo una gran bufanda roja al aparecer en un acto masivo en el Auditorio Nacional de México luego de la huída de Somoza en 1979 que en sus discursos llenos de frases cursilonas pero efectivas como la incluida por Carlos Mejía Godoy y los de Palacagüina en el himno sandinista: “el amanecer dejó de ser una tentación”. Ministro del Interior muy efectivo en su lucha contra los armados por Estados Unidos y la reacción interna, auxiliado por el asombroso director de inteligencia Lenin Cerna descubridor de conspiraciones, Borge era aclamado en todo acto público al grito de ¡Tomás, Tomás! para que de inmediato alguien colocara un pequeño cajón para hacer crecer la estatura del bienamado fundador del FSLN, compañero de Carlos Fonseca caído en combate. Todo hizo crisis en El Salvador con la proclama del empate y las urgencias de pacificación exigidas por el gobierno de Estados Unidos y las reuniones en Contadora y otros sitios de recreo político. El asesinato de la Comandante Ana María, Mélida Anaya Montes, en Managua 1983 y la aprehensión de Salvador Cayetano Carpio, el Comandante Marcial de las FPL y del FMLN, a su regreso de Libia para adentrarse en El Salvador y no salir hasta el triunfo, precipitó la traición con una campaña de calumnias contra el revolucionario salvadoreño que optó por el suicidio y una carta final lamentando que “los propios hermanos” liquidaran la posibilidad revolucionaria. El despeñadero del sandinismo concretó La Piñata, una repartición de bienes para impedir el éxito del gobierno de Violeta Chamorro electa por un pueblo harto de la corrupción de quienes se pasaban de listos al imprecisar que no eran ni socialistas ni marxistas ni capitalistas sino sandinistas. En fin, Borge descarado en la persecución de chiquillas, escribió un libro sobre Fidel Castro, Un grano de maíz, que gustó a Carlos Salinas que compró su melosa escritura de donde resultó Salinas, los dilemas de la modernidad, Siglo XXI editores, 1993, con una foto donde contratador y contratado se miran a los ojos, estrechan sus manos y Borge apoya su mano izquierda ataviada con un reloj de lujo, en el hombro derecho de Salinas. Toda interpretación simbólica es valida. El Día Internacional de los Trabajadores, lo que le queda al sandinismo traicionado de base popular, rindió homenaje al fundador, al encarcelado y torturado en Costa Rica, al constructor del Estado fallido y prefirió olvidar por un rato funeral al cómplice de la corrupción y del fin de la memoria revolucionaria que ya organiza el combate contra el nuevo tirano.