subscribe: Posts | Comments

Tres Mentiras Oficiales para Manipular el Movimiento

0 comments

(Publicado en el Machetearte No.1557-mayo-2012)

Por Enrique Cisneros Luján

A raíz de un incidente, el intento del poder político y mediático convencional de descalificar una protesta que estudiantes de la Universidad Iberoamericana realizaron, se desencadenó una serie de movilizaciones estudiantiles que van en ascenso.

Esto preocupa al poder convencional que prefiere crear personas analfabetos políticos, que seres críticos; siempre serán más útiles a sus intereses, personas que puedan ser manipulables para utilizarlas a su antojo.

Los estudiantes ya realizaron varias protestas masivas y muchos de ellos se preguntan ¿Qué sigue? concluyendo que hay que superar las acciones espontáneas hacia otras que se traduzcan en organización, que les posibilite crecer, no sólo cuantitativa sino también cualitativamente y pasar de la protesta a la propuesta, luchando por objetivos de más largo plazo.

Es un movimiento inédito que no se había dado en México en décadas; es un movimiento que se organiza y tiene su principal fuerza en las redes sociales y, tercera, aprovechando que una de las definiciones del movimiento es su apartidismo, se trata de mostrarlo como un movimiento apolítico.
Ante este “peligro”, el poder convencional introduce en el movimiento naciente, “mentiras” que suenan bien, pero que pretenden ser “camisas de fuerza” para que la organización no despegue. Estas son tres de ellas:

I.- Cada movimiento tiene sus características propias, pero eso es diferente a afirmar que no hay antecedentes. Es un error aceptar que esto es tan nuevo que no tiene raíz.

Lo que es novedoso es que nace de universidades privadas, que entre otras características son las que en los gobiernos neoliberales, sobre todo panistas, han aportado muchos de los cuadros dirigentes. Este nuevo fenómeno es fácilmente explicable en una sociedad donde los sectores medios, consentidos por los llamados gobiernos populistas, en los últimos años han venido a menos, arañando para subir pero resbalándose.

Pero este movimiento tiene muchos antecedentes, siendo el más representativo la huelga del CGH que frenó la privatización de la UNAM en 99-2000. Ese movimiento tuvo un origen distinto pero un desarrollo semejante, con características de construcción horizontal de poder y de confrontación con los medios comerciales de comunicación, al grado de que muchos brillantes pensadores progresistas de la época no lo entendieron y lo combatieron.

Los sectores dominantes le apuestan a que los jóvenes de hoy, que en el 99-2000 tenían escasos cinco o seis años, no aprovechen la experiencia triunfante de otro movimiento estudiantil. Prefieren invocar a un “68” mítico y lejano en lugar de las movilizaciones estudiantiles concretas con las que los estudiantes de Michoacán acaban de liberar a sus presos.

El movimiento del CGH también tuvo en contra a todos los medios que con su poder mediático, hicieron trizas a personas valiosas como el Mosh, pero con la movilización y la acción, incluyendo la que se dio por internet, los estudiantes evidenciaron y derrotaron a esos medios. Es preciso conocer esas experiencias para aprender de sus aciertos y superar sus errores.
II.- La segunda mentira es la que hace del internet y las redes sociales el punto central de la organización. Eso mismo nos dijeron de los movimientos que se dieron en Egipto (por ejemplo). Es real que las redes sociales facilitan la comunicación, la vuelven más horizontal, pero no puede ser la base de la organización. Con esta afirmación la clase dominante pretende suplantar la acción directa organizativa. Pretenden que muchos estudiantes se pregunten ¿Para qué asisto a una asamblea general de mi grupo, escuela o del movimiento, si me puedo organizar estando frente a mi computadora?

No hay que abandonar el trabajo que se pueda hacer por internet, sobre todo el comunicativo, pero en el 99-2000, durante la lucha del CGH (cuando efectivamente todavía no había facebook, ni twitter, no otros medios), las asambleas generales cumplieron la función de renovar diariamente al movimiento y lo más importante, llevaron a su protagonistas a las calles, a las comunidades, al contacto “de piel” con los trabajadores, que permitió la educación política de miles de chavos.

III.- Entonces los sectores dominantes pregonan una tercera mentira, creando una falsa disyuntiva: este movimiento no es político pues es apartidista. El hecho de manifestarse en las calles, de cuestionar el poder de los medios comerciales de comunicación, entre otras acciones, es una manera de hacer política. Inclusive el cuestionar el sistema de partidocracia oficial también lo es.

No es un movimiento apolítico, por el contrario, una de las exigencias implícitas o explícitas de muchos chavos y chavas es recuperar su derecho de ser “seres políticos”, que desde la perspectiva de acción que cada quien decida, pueda hacer acciones reales que permitan influir en las decisiones políticas.
… Y por lo menos hasta el cierre de edición, hacia allá se enfocaban las acciones de este movimiento que le da continuidad a muchas luchas del pueblo mexicano y que en la medida que se vaya consolidando tendrá una relación entre iguales, con otros movimientos sociales que están por todos lados de la república mexicana y el mundo.

Por ello nuevamente hay que pregonar, como siempre lo hemos hecho ¡Que Vivan los Estudiantes!

Me gustan los estudiantes

¡Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva su… rebeldía!
Violeta Parra

Leave a Reply