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Lo que Viene Después del 1º de julio

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Publicado en el Periódico Machetearte No.1558, de junio del 2012

Ni PRI NI PAN Dispuestos a Dejar “La Silla”
Por Enrique Cisneros Luján

Dicen que el poder envilece. Hay que agregar que el poder ciega y lleva a cometer todo tipo de tropelías. Ahora que está demostrado que es muy probable que la elección presidencial la gane Andrés Manuel López Obrador hay que prepararse para situaciones difíciles, inclusive muy violentas, realizadas tanto por el PRI como por el PAN.
En las elecciones del año 2000, para el sistema era necesario hacer un enroque que le permitiera engañar nuevamente al pueblo con el espejismo electoral, haciéndole ver la llegada del PAN a los Pinos como un cambio, desenlace que fue preparado desde que a Vicente Fox, Carlos Salinas le dio la gubernatura de Guanajuato mediante una “concertacesión”. La violencia no se desató en el 2000 cuando Vicente Fox dijo sacar al PRI de los Pinos pues su llegada al poder fue una acción pactada entre la derecha, entre el PRI y el PAN, implementada operativamente por Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos.
Aquello fue presentado como un cambio y sólo fue un relevo, una alternancia, para calmar la inquietud popular que meses antes se manifestó con toda su fuerza mediante la huelga en la UNAM, que la clase dominante reprimió, estrenando la Policía Federal Preventiva (PFP) ocupando la UNAM y encarcelando a casi 1,000 cegeacheros.
En el 2006 las cosas en el PRI no estaban maduras para regresar y tomar nuevamente la estafeta, dejando que Felipe Calderón se quemara con el fraude que le hicieron a López Obrador, a la vez de que le dejaron la responsabilidad de que implementara su llamada “guerra contra el narco” que le impuso el gobierno de los Estados Unidos.
Quemado el PAN, los grandes neoliberales, nacionales y extranjeros, avientan nuevamente al PRI que le urge volver y tener todas las riendas del poder político, pues 12 años relativamente alejado de “La Silla” le implicó la pérdida de jugosas ganancias que se las han estado llevando prominentes panistas, quienes para simular que los corruptos son los priistas, decidieron últimamente encarcelar a exgobernadores y otros altos funcionarios del PRI.
Actualmente, tanto el PRI como el PAN ven amenazados sus negocios y requieren del poder presidencial para tapar sus cochinadas, gozando de impunidad para los próximos años. Esto hace que ante el muy probable triunfo de AMLO intenten varias marranadas: la primera será el fraude electoral (incluyendo la posible declinación de algún candidato), que si no les funciona aplicarán un plan “b”. Para ello cuentan con varias cartas como el poder que tienen en sectores importantes del ejército, así como grupos paramilitares que van desde golpeadores a sueldo hasta fanáticos de ultraderecha como los integrantes del “yunque”.
Los grupos paramilitares de la derecha y la ultraderecha lo mismo operan con golpeadores a sueldo en el campo que en las ciudades. En las escuelas acechan los porros y en algunas regiones del país, como en el bajío, existen grupos ultraconservadores que esperan el momento de actuar bajo consignas seudo religiosas como la de “Dios, Patria y Familia”
De no funcionarles el fraude que ya están preparando (ya se detectaron boletas duplicadas en varias partes del país), una alternativa para el PRI y el PAN será el descarrilar la elección enfrentando violentamente a grupos de ciudadanos que ya se organizan para impedirlo.
Pero en caso de ganar López Obrador están listos grupos priistas y panistas que mediante la fuerza tratarían de recuperar lo perdido. ¿Esto quiere decir que no hay alternativa? Desde luego que la hay: la organización y participación popular para detener todo tipo de maniobras, pero ésta debe de ser organizada por lo que cada vez resulta más válida la consigna de “votes o no votes organízate y lucha”
Los primeros que deben de estar listos son los trabajadores que ya tienen experiencia de lucha: los maestros de la CNTE deberán enfrentar a las huestes de Elba Esther Gordillo hasta mandarla al basurero de la historia; los trabajadores del SME, ya sin la limitante electoral deben entrar a la ofensiva para poner en su lugar a los corruptos de la Comisión Federal de Electricidad y recuperar su historia casi centenaria; los campesinos de Atento avanzarán en detener las amenazas de Eruviel Ávila que está listo para impulsar nuevamente el proyecto del aeropuerto; el movimiento #yosoy132 tendrá que avanzar hacia planteamiento más claros; los sindicatos independientes salir del reflujo en los que los ha metido el charrismo y sepultar a ese cáncer que ha controlado a la clase obrera.
El EZLN, bases de apoyo y la Otra Campaña deberán de pasar lista de presente y penetrar el movimiento con sus experiencias políticas y autogestionarias. Inclusive los grupos armados revolucionarios deberán estar listos para de ser necesario, enfrentar a los paramilitares en un proceso de autodefensa del pueblo.
Aún si la burguesía reconoce el triunfo de Andrés López Obrador el 2 de julio hay que iniciar una ofensiva llevando hasta sus últimas consecuencias la consiga de que sólo el pueblo salva al pueblo.

 

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