subscribe: Posts | Comments

Avanza la Imposición ¿Habrá Revolución?

0 comments

Por Enrique Cisneros Luján

Algunos lectores criticaron que en un número anterior de Machetearte se afirmara que la única razón por la que la burguesía podía darle la presidencia a López Obrador (por la vía electoral), sería porque les garantiza “gobernabilidad”, sin tener que imponer un estado militar. Con el cínico fraude que se acaba de cometer, queda claro que la decisión de los poderosos es contundente: háganle como quieran pero el poder político se lo damos a Enrique Peña Nieto. Una de las principales razones de ésta es porque consideran que un inútil a quien pueden manejar a su antojo, es más conveniente a sus intereses que un nacionalista que les garantice temporalmente “paz social”.

¿Esto significa que no hay que dar la lucha contra el fraude? No. Hay que enfrentar el fraude y es correcto que AMLO utilice los conductos legaloides, pero es incorrecto suponer que es el único campo de batalla. La lucha poselectoral legaloide es muy limitada y debe de ser sólo un escalón para avanzar hacia objetivos políticos más contundentes.

Dependerá de López Obrador definir si le pone esa camisa de fuerza al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) e intenta hacerlo a todo el movimiento social, o realmente está decidido a encabezar una lucha donde el protagonista sea el pueblo. Si se limita a aceptar lo que diga el Tribunal Electoral, que está hecho a modo de los fraudulentos, estará condenado nuevamente y llevará a los trabajadores a una derrota. Si realmente permite y fomenta que el pueblo ejerza su poder, tiene la posibilidad de encabezar esa lucha, como lo hizo Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil o Hugo Chávez en Venezuela; de lo contrario será rebasado.

Ya no estamos en 1988 cuando Cuauhtémoc Cárdenas utilizó la lucha popular poselectoral para llegar a acuerdos con Carlos Salinas que le permitieron construir el PRD, mientras a las organizaciones populares (que se comprometieron con el Ingeniero) les daban “palo y plomo”, asesinando a más de medio millar de dirigentes populares. Tampoco estamos en 2005 cuando el pueblo salió a las calles para luchar contra el desafuero de López Obrador y luego de que se frenó, López Obrador mandó a todos para su casa. AMLO declaró recientemente que el plantón de Reforma y la reacción contra el fraude de 2006 se hizo, entre otros motivos, para no ser rebasado y que no hubiera levantamientos populares, dedicándose durante los 5 años siguientes como Presidente Legítimo a organizar MORENA, con la perspectiva fundamental de ganar las elecciones en este 2012.

Ya pasó el 1º de julio y aquellos que alentaban la esperanza de que “el tigre se volviera vegetariano”, o sea, que los poderosos le dieran una oportunidad a quien consideran un enemigo, deben de estar desilusionados y más se van a desilusionar si dentro de un mes les dicen que sus impugnaciones son ciertas pero sólo se castigarán con una gran multa económica contra el PRI. Sin embargo, los obradoristas pueden utilizar la lucha que se dará contra el fraude para hablarle claro al pueblo y, sin caer en provocaciones que lleven a actos desesperados (ensartándose con las bayonetas), prepararse para confrontaciones que realmente lleven al pueblo a triunfar sobre sus opresores.

No se trata de llamar a tomar las armas, pero en todo el mundo se están dando muestras de acciones en que los trabajadores acosan y obligan a los poderosos a tener que recular. Es cierto que todavía no se dan triunfos contundentes a nivel mundial, pero aunque varios de los triunfos parciales que se están dando al sur de Nuestra América se traten de disfrazar de victorias electorales, son triunfos que no son explicables sin la participación de los pueblos movilizados y organizados.

Lo mismo sucede en Egipto y Túnez o en movimientos en ciernes como el de los estudiantes en Chile, los ocupas de Estados Unidos o los indignados de España.

México no será la excepción. El gran movimiento social donde las acciones de los chavos del #yosoy132 son sólo la punta de un iceberg, mostrara que la “primavera mexicana” es una realidad y que con la imposición de Enrique Peña Nieto los poderosos le están echando gasolina al fuego y tarde que temprano ¡habrá revolución!, o qué ¿Ya olvidaron lo que sucedió en Oaxaca en 2006 con el surgimiento de la APPO o el levantamiento del EZLN en 1994, o el triunfo de Atenco para frenar la construcción del aeropuerto?

Leave a Reply