Cerco de 24 horas a Televisa: el caso del D. F.
Para APIA
hugo ivan cruz rosas
Son las 20 horas del jueves 26 de julio de 2012. Al rededor de las instalaciones de Televisa Chapultepec, una valla de policías esperan al contingente de manifestantes, quienes agrupados en torno al movimiento #Yo Soy 132 se preparan para iniciar el cerco de 24 horas a éstas instalaciones del monopolio informativo. Televisa no sólo le ha invertido a la campaña de Enrique Peña Nieto (EPN), sino también a las transmisiones de los juegos olímpicos, y los manifestantes comienzan a atentar en contra de sus inversiones económicas.
Los contingentes comienzan a llegar cerca de las 22hrs., provenientes del Monumento a la Revolución; contando con la participación de agrupaciones estudiantiles de varias escuelas públicas y privadas (principalmente públicas, como la UNAM, UAM, IPN, UACM, etc.), de gente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (de Atenco), del Sindicato Mexicano de Electricistas, entre otros, y numerosos padres de familia, amas de casa, jóvenes, niños, niñas, personas de la tercera edad… Muchos llegan mojados debido a la lluvia que se ha registrado una hora antes, y hacen una especie de monumentos cubiertos con hules parados sobre las rendijas del respiradero del metro, del cuál sale aire caliente que aprovechan para poner a secar sus ropas… Pueden verse incluso tenis y calcetines sobre la rendija, que puestos orientados para que se sequen por dentro, parecen mirar la entrada uno a uno de los contingentes y personas que se suman al cerco de 24 horas.
Se escuchan comentarios de “no nos vamos a dejar”, “este fraude no va a pasar”, “Televisa hizo la elección”, “EPN es un títere de los empresarios, los inversionistas extranjeros y del narcotráfico”… Y no hay lugar a dudas para dejar bien claro que éste no es el mismo México de hace seis años, donde el desánimo y la desesperación nos ganó ante una elecciones igualmente fraudulentas. Ahora pueden verse los rostros esperanzados, decididos a decir lo justo, a no callarse, a salir frente a la sociedad, a todo el mundo y decir que estamos luchando para que este país sea un lugar mejor, donde nuestra dignidad quepa y el salario mínimo nos alcance para vivir también dignamente.
Este viernes 27 de julio, dan inicio los juegos olímpicos, y los medios masivos de comunicación tratarán de no mencionar nada sobre este cerco a Televisa, pero aquí estamos, sin temor y con convicción. No pueden ocultar que salimos a las calles, que ellos tienen su fraude que intentan defender y mantener, mientras que nosotros tenemos la fuerza de miles de puños y miles de voces que gritamos “no nos vamos a dejar”.
La política es un campo de batalla lleno de símbolos y potencialidades, donde las fuerzas participantes se configuran para tomar algunos de esos caminos en potencia y hacerlos proyectos reales, y nosotros, el pueblo “raso”, el pueblo trabajador, estamos en la lucha por construir una realidad que no se nos escape de las manos.
Son las 23 horas del jueves 26 de julio, y los contingentes siguen llegando. Las familias de campesinos siguen secándose con el aire del respiradero del metro. Los bailes, el ánimo de lucha, el coraje ante un nuevo fraude, la conciencia de ser parte medular de la historia, las personas de carne y hueso que levantan sus banderas y sus voces… Todo se confabula para que esta noche se resista íntegramente el cerco de 24 horas a Televisa, en contra de la Imposición y del Fraude Electoral que intenta colocar a EPN como presidente de la República.
Mañana hay olimpiadas. Hoy, cerco a Televisa. Los noticieros oficiales hablarán de la paz y el respeto, olvidando que el hambre y el desempleo son el desprecio hacia nosotros, por parte de quienes defienden este fraude.
Esta noche y este día, frente a Televisa, tan sólo mostramos una vez más (una de entre otras más que vendrán), que este pueblo tiene voz, y está cansado de que no se le escuche.